A mi amigo Candido

   Te guarde Dios amigo,
Que tristes quedaron las sierras,
Que soledad quedo en la dehesa,
Ya no esta Candido,
Ni tampoco sus ovejas.
Un herrerillo en su nido,
Anuncia otra primavera,
En el bolado del rio,
La sombra esta muerta.
Aquellos inviernos tan frios,
que lejos quedan.

Manuel


NOTA
  Dedicado, a mi amigo Candido, pastor de Fontanarejo.
Que suerte tuviste amigo de pastar con tu rebaño, por esas dehesas de Fontanarejo, tan maravillosas y bellas, y de tanto valor medio ambiental, Solo tengo que mirar a cualquier rincon, para imaginarte alli entre las encinas, careando y silvando a tus ovejas, la verdad es que disfrute horrores cada vez que nos juntabamos, gracias Candido por aquellos ratos con aquellas notas tan de campo.